Lo que un director de producción (o un show caller) puede aprender de la ceremonia de premiación de Tom Cruise para garantizar que su cliente termine un evento en lo más alto
Soy Lucía Arribas, fundadora de Solutions Prompteur. Hace unas semanas, asistimos a la ceremonia de premiación donde Tom Cruise fue honrado por el Aero Club de Francia. Fue un momento tremendamente emotivo, pero esta emoción puso a la organización en una situación muy, muy incómoda.
¿Qué pasó?
Una discrepancia masiva en la gestión los tiempos que llamo «el efecto Tom Cruise.» Para evitarlo, aquí tienes dos puntos cruciales que todo director de proyecto debe controlar para asegurar un evento exitoso.
Te lo comparto junto con la única pregunta que siempre debes hacerle a un cliente—sin excepción—para que se sienta apoyado en su discurso.
Vamos a ello.
Tom Cruise vino a París para recibir un premio que reconoce sus logros como aviador.
Vamos directo a los detalles clave:
El día antes del evento, cuando una figura clave de la organización debía ensayar, se negó a probar el prompter. Había memorizado su discurso.
Esto era una clara señal de miedo a lo desconocido, y lo vi venir.
¿Cómo supe que la oradora nunca había usado el prompter transparente estilo «Obama» con paneles de vidrio?
Por la solicitud de formato:
«SIN FORMATO»
En situaciones como esta, el rol del operador de prompter es crucial. Es una oportunidad—especialmente el día antes del evento—para ofrecerle al orador unos minutos para probarlo, sentirse cómodo…
Pero en este caso, no quería saber nada del prompter porque quería que su discurso pareciera improvisado.
Entonces, ¿qué pasó?
El efecto Tom Cruise.
Los organizadores estaban tan ansiosos por conocer a Tom Cruise y comenzar la ceremonia que empezaron 10 minutos antes de lo previsto.
El evento debía comenzar a las 19:00, pero arrancaron a las 18:50. La persona que debía anunciar la llegada de Tom Cruise a las 19:30 habló 10 minutos antes… y terminó otros 10 minutos antes.
Total: 20 minutos de adelanto para la entrada de Tom Cruise.
Eran las 19:10, y Tom Cruise debía llegar a las 19:30.
Una brecha de 20 minutos.
20 minutos que llenar frente a la audiencia, justo antes del momento más esperado de la noche.
El orador se encontró en una situación muy incómoda, mirándonos entre bastidores como si pudiéramos hacer que Tom Cruise llegara antes por arte de magia.
Alguien del Aero Club subió al escenario para ayudar, para llenar el tiempo, para mantener al público entretenido hasta las 19:30… pero todos podían ver que esto fue un error grave de programación.
Un error comprensible (¡el efecto Tom Cruise!) pero que era completamente evitable.
Cómo evitar este tipo de situaciones incómodas
Tom Cruise no llegó ni temprano ni tarde. Llegó exactamente a las 19:30.
Como mencioné, el público tuvo que esperar 20 minutos. Esperar 20 minutos reduce la emoción y la concentración justo antes del momento culminante del evento: la entrada de Tom Cruise.
En la planificación de eventos, especialmente con personalidades de este nivel, no se improvisa el cronograma, la duración ni los tiempos. Todo debe estar planeado de antemano.
Aquí tienes dos puntos cruciales:
- Resistir a la tentación de empezar antes: Esto es responsabilidad del director de producción o del show caller.
- Gestionar perfectamente la duración del discurso: Si el orador confía en el prompter, no olvidará partes esenciales de su discurso, lo que nos permite un control preciso del tiempo.
Aquí, el error fue comprensible.
La oradora estaba nerviosa porque ensayaba con sus notas, intentando dar un buen discurso frente a una estrella internacional.
Eligieron memorizar su discurso porque no confiaban en el prompter. Pero el prompter estaba allí precisamente para apoyarlos. Diría incluso que les habría permitido disfrutar aún más de este momento mágico.
Pero «el efecto Tom Cruise» es poderoso, para bien o para mal, y al final, el actor igual logró cautivar a todos.
Al final, todo salió bien.
La única pregunta que siempre debes hacerle a un cliente antes de que hable—A menos que se llame Barack Obama
Un proveedor de prompter siempre debe preguntar a su cliente:
“¿Alguna vez has usado un prompter?”
En el caso del Aero Club de Francia, esto habría sido crucial.
Si se hubiera hecho esta pregunta y la mujer que iba a usar el prompter hubiera respondido «No, nunca», podríamos haber tomado las medidas necesarias.
Incluso podría haber asignado a alguien durante los ensayos para ayudarla a practicar y sentirse segura. Así, habría entendido cómo el prompter podía ayudarla y habría experimentado sus beneficios de primera mano.
Es crucial recordar que solo una o dos sesiones de entrenamiento con Solutions Prompteur (20-30 minutos) son suficientes para sentirse cómodo con un prompter estilo Obama.
“¿Alguna vez has usado un prompter?”
Pregunta a tu cliente—es esencial.
Si debes recordar una cosa de este artículo, que sean estos tres puntos:
- Nunca improvises el cronograma del evento el día del evento.
- Controla la duración de cada segmento para garantizar un evento sincronizado, sin pausas incómodas que drenen la energía del público.
- Para convertir un momento de estrés en una experiencia mágica e inolvidable para tu cliente, pregúntale: “¿Alguna vez has usado un prompter?” Si la respuesta es no, tranquilízalos: pueden confiar en un prompter invisible (el modelo transparente presidencial estilo Obama) como su red de seguridad.
Nosotros estamos felices cuando los speakers se sienten seguros y terminan no necesitando el prompter. Si están cómodos y en control de su discurso, eso es lo mejor.
No tienen que usar el prompter a toda costa—pero deben saber que está ahí para ayudarlos a tener una experiencia más serena y mágica.
Lucía ARRIBAS
PD: Espero que esta publicación te haya sido útil. Sólo publicó el 25% de esta información en la web. Si estás en el negocio de los eventos, comparto en privado los consejos que he observado de los directores de producción más solicitados de Francia (y de todo el mundo) después de trabajar con muchos de ellos durante más de 20 años. Esta información es gratuita y te ayudará a evitar muchos errores de coordinación durante un evento, aumentando así tu prestigio.
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